El Presidente busca un nuevo equipo para la segunda mitad de su mandato, a tono con los resultados electorales y en línea con los pedidos de la Casa Blanca.

Ya lo dijeron desde los ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump: Javier Milei tiene que conseguir el consenso necesario para la gobernabilidad y los resultados de las elecciones legislativas no son suficientes. Por eso el mandatario se reunió esta semana con los goberadores de las provincias, y por eso también en breve habría cambios en su Gabinete.

Mirando a la segunda mitad de su mandato y con la perspectiva de un Congreso prácticamente oficialista a partir del 10 de diciembre, "durante todos estos días el Presidente estuvo trabajando en la conformación del nuevo Gabinete", dijeron fuentes oficiales al sitio Ámbito Financiero.

Sin embargo, en el intento de eliminar figuras cuyo poder está en un estado exangüe el Presidente podría echar mano a nombres que tenía empeñados en otros sitios de la administración pública: por ejemplo, el vocero Manuel Adorni podría pasar a ser el jefe de Gabinete en lugar de Guillermo Francos, y no asumiría su banca como legislador porteño.

Si bien Francos tuvo un rol elemental en la negociación del Gobierno con las provincias y el Congreso, su salida buscaría equilibrar la balanza entre Karina Milei y Santiago Caputo, y éste último incluso podría obtener el rango de ministro como lo hiciera la hermana del Presidente.

Así como Karina Milei es la secretaria General de la Presidencia, Santiago Caputo pasaría a ser el titular de un ministerio que trabajaría cerca con su tío Luis Caputo, que seguirá al frente de Economía.

El rol central del Caputo joven sería el manejo de las inversiones extranjeras en la Argentina, además de gestionar la relación de Casa Rosada con los gobernadores y el Congreso, donde a partir del 10 de diciembre tendrán a Martín Menem como referente en Diputados -como hasta ahora- y a Patricia Bullrich en el Senado.

Mientras tanto, hay que reemplazar a los dos ministros que pasaron a ser legisladores: por un lado, Seguridad quedaría en manos de Alejandra Monteoliva, la segunda de Patricia Bullrich. Por el otro, Luis Petri le dejaría su puesto en Defensa a su vice, Marcelo Rozas Garay, o quizás a su jefa de Gabinete, Luciana Carrasco.

Un tercer nombre se arrimó para Defensa, y es el del teniente general Luis Presti, un hombre del Ejército argentino que podría entenderse con Estados Unidos y que tiene buen vínculo con Guillermo Montenegro.

En Interior seguirá Lisandro Catalán; en Relaciones Exteriores, el flamante canciller Pablo Quirno; en Capital Humano, Sandra Pettovello; al frente de Salud, Mario Lugones.

En la reestructuración podrían desaparecer ministerios o dependencias del Gabinete, pero por ahora parecería que la cartera de Desregulación del Estado seguirá existiendo en manos de Federico Sturzenegger.