Fernando Rodrigo aceptó una condena de tres años de prisión condicional y reglas de conducta por los hechos ocurridos entre 2016 y 2017.

El ex fiscal Fernando Rodrigo de Rosario aceptó una condena por haber intervenido de manera ilegal el celular de su ex pareja y otras personas de su entorno para espiarla entre 2016 y 2017.

Este lunes Rodrigo aceptó una condena de tres años de prisión condicional, inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y reglas de conducta por los delitos de peculado (malversación) de trabajo y servicios públicos, y falsedad ideológica, todo agravado por ser funcionario público.

Medios locales detallaron que al momento del accionar el fiscal se desempeñaba en una de las unidades de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación.

En una causa, Rodrigo presentó un listado de teléfonos que se debían intervenir para desbaratar una banda dedicada al robo de vehículos, pero en dicho documento incorporó los celulares de su ex pareja y cercanos como, por ejemplo, empleadas de la Fiscalía, los papás y hasta hermanos de la víctima.

Se comprobó que entre agosto de 2016 y julio de 2017, durante casi un año, el fiscal logró escuchar las comunicaciones que su ex pareja mantenía, así como también de los otros teléfonos intervenidos.

El plan se cayó cuando una empleada judicial detectó que el celular de su compañera aparecía en la lista, pese a que no integraba la banda delictiva bajo investigación.

La fiscal Natalia Benvenuto determinó en el juicio que Rodrigo llegó a acumular 183 CD’s con grabaciones de los teléfonos intervenidos.

Tras el conocimiento del caso, el fiscal fue presentó su renuncia, la cual fue aceptada por el entonces gobernador Miguel Lifschitz, y en agosto de 2019 fue imputado.

En medio del escándalo, se supo que en junio de 2022 llegó a estar entre los candidatos para cubrir un cargo como titular de la Fiscalía Federal de Río Gallegos.