“Teniendo en cuenta la situación anómala del país, he dimitido del cargo de primer ministro con efecto a partir de hoy”, anunció.
El primer ministro de Nepal, KP Sharma Oli, y al menos tres de sus ministros renunciaron hoy en un intento por buscar una solución política a los problemas que enfrenta el país, que se cobraban 19 muertos, cientos de heridos e incluyeron la quema del Parlamento, informaron medios internacionales.
“Teniendo en cuenta la situación anómala del país, he dimitido del cargo de primer ministro con efecto a partir de hoy”, con el fin de dar nuevos pasos hacia una solución política y la resolución de los problemas, afirmó Oli en una carta enviada al presidente.
El presidente de Nepal, Ram Chandra Poudel, aceptó la renuncia, informó a la agencia de noticias Xinhua su asesor de prensa, Kiran Pokharel.
El lunes estallaron protestas en Katmandú y otras partes del país, por lo que se impuso el toque de queda en las tres ciudades del valle de Katmandú, a saber, Katmandú, Lalitpur y Bhaktapur, cierra un cable de la agencia de noticias Xinhua.
Por otra parte y según informaciones del sitio Actualidad RT atribuidas a medios de Nepal, el ex primer ministro, Sher Bahadur Deuba, y su esposa Arzu Rana Deuba —ministra de Asuntos Exteriores—, fueron agredidos violentamente en su casa por un grupo de manifestantes.
En las redes sociales circulan videos que muestran cómo los manifestantes detienen a la pareja y la golpean, incluso con algunos muebles.
En las redes también se difundieron imágenes en las que se puede apreciar a Sher Bahadur Deuba —escoltado por agentes de seguridad— con manchas de sangre en la ropa.
Nepal se vio sacudido por una ola de violentas manifestaciones masivas lideradas por jóvenes de la generación Z, que salieron a las calles para protestar contra la corrupción y el bloqueo de una serie de redes sociales.
En la capital, la protesta comenzó de forma pacífica, pero se tornó violenta cuando los manifestantes tumbaron las barricadas que les impedían marchar hacia el edificio del Parlamento,al que algunos lograron acceder.
En respuesta, la Policía disparó cañones de agua, gases lacrimógenos e incluso recurrió a fuego real, lo que solo calentó la ira de los manifestantes.
Las autoridades levantaron este martes la prohibición sobre las redes sociales pero los disturbios continuaban.
La policía de Nepal fue acusada de haber disparado munición real contra los manifestantes, según publica el sitio RFI.
El medio francés cita que Amnistía Internacional exigió “una investigación completa, independiente e imparcial” sobre las circunstancias de la intervención policial.
La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, pronunció un llamado similar y se declaró “consternada por las muertes y los heridos”.
Algunos manifestantes incendiaron el Parlamento en Katmandú: “Cientos de personas ingresaron al recinto del Parlamento y prendieron fuego al edificio principal”, declaró Ekram Giri, portavoz del congreso.
Tres ministros, incluido el de Interior, habían presentado sus renuncias, en sintonía con la del primer ministro KP Sharma Oli, de acuerdo con las últimas informaciones.